martes, 14 de agosto de 2012

Sin Salida

"Su conciencia solitaria clamaba, obteniendo solo sublimes respuestas. Y la cordura persistia, tal como la luz tremula de una vela; como queriendo esfumarse para dejar que la obscuridad se tragara, hasta el rastro, de todo por lo cual habia trabajado tanto. Una cruel demencia lo acechaba; azotaba contra su fragil existencia como la tempestad de siete vientos. Aunque le quedaban muy pocas salidas, me parece que jamas contemplo la muerte como una de ellas; nunca fue persona de tomar desiciones drasticas y le rehuia a la permanencia, a la eternidad....a su familia y al matrimonio. Ademas era un luchador, aun a rastras seguia intantando salir hacia adelante. Sin embargo, nunca mas se le ha vuelto a ver vagando por aquella calle. Nadie sabe que habra sido de mi amigo. Constantemente me hallo cavilando sobre su paradero..."

-Continuara-

sábado, 2 de junio de 2012

Mi Espacio

Me consumo bajo luz tenue. Las cortinas me protegen del brillo, esconden mi tristeza y me permiten sumergirme en ese mundo turbio que me concede el ser y me ciega; para no poder juzgar... para no poder inhibir la expresión de mis manos. El aire circula muy breve y sublime; como la mísera conciencia que aún queda. Nada me cohibe... y dejo fluir mis emociones, a través de distintos canales. De colores pinto algún canvas, cuando no, organizo algunas palabras (tinta negra o azul) y estructuro en concreto lo abstracto; en poemas mi percepción del mundo. Mi mundo.... turbio. Tan colorido como obscuro, tan sublime como fugaz. Acústico... donde la razón no inerva o enerva sentimientos, donde rige la locura y el delirio. Allí me alojo y me descubro con toda libertad de ser y creer y crear lo que quiera. Allí juego a ser dios. Porque no hay nada que no pueda hacer. Me caso con una palabra, monto a viento, escalo por el humo, me tomo la luz y nos arropo con sabanas de arena...nada me es imposible. Ni siquiera ser feliz bajo la más amarga miseria.

viernes, 18 de mayo de 2012

Una posible tragedia.

Puedo ver luces de colores [azul, blanco, rojo, blanco] reflejados en la desa neblina que recubre una tétrica escena. Al fondo a duras penas se escuchan: la alarma de alguna grúa (probablemente retirando algún vehículo que se ha hido por el mismo barranco de siempre) y los gritos desesperados de quien posiblemente es la amiga, hermana, madre, novia, esposa [o quien sabe que] de quien seguramente ya es un difunto/a. Sabe Dios que mujer experimenta hoy el dolor de un corazón desmembrado por "las temibles garras de la muerte". Gime queriendo desplazar el dolor a gritos [tortura su garganta] sufriendo al ser querido que sabe Dios quien más llorá. Sabe el detective, los guardias, el gruero y algún paramedico como habrá pasado; ellos se disipan  mientras la neblina se condensa y se establece sobre lo que probablemente fue una accidental tragedia... Pero Dios permanece; triste testigo del dolor de quien sabe que seres; a quienes la muerte dejó desmembrados sollozando [por el resto de sus días recordando] aquel día en que fulano/a murió en aquel barranco. Oraré por la solitaria, pobre madre, huerfana, viuda o sabrá Dios que; de cuyo sufrimiento fui testigo esta madrugada, desde mi incómoda cama, por la ventana de mi cuarto en la montaña.