Puedo ver luces de colores [azul, blanco, rojo, blanco] reflejados en
la desa neblina que recubre una tétrica escena. Al fondo a duras penas
se escuchan: la alarma de alguna grúa (probablemente retirando algún
vehículo que se ha hido por el mismo barranco de siempre) y los gritos
desesperados de quien posiblemente es la amiga, hermana, madre, novia,
esposa [o quien sabe que] de quien seguramente ya es un difunto/a. Sabe
Dios que mujer experimenta hoy el dolor de un corazón desmembrado por
"las temibles garras de la muerte". Gime queriendo desplazar el dolor a
gritos [tortura su garganta] sufriendo al ser querido que sabe Dios
quien más llorá. Sabe el detective, los guardias, el gruero y algún
paramedico como habrá pasado; ellos se disipan mientras la neblina se
condensa y se establece sobre lo que probablemente fue una accidental
tragedia... Pero Dios permanece; triste testigo del dolor de quien sabe
que seres; a quienes la muerte dejó desmembrados sollozando [por el
resto de sus días recordando] aquel día en que fulano/a murió en aquel
barranco. Oraré por la solitaria, pobre madre, huerfana, viuda o sabrá
Dios que; de cuyo sufrimiento fui testigo esta madrugada, desde mi
incómoda cama, por la ventana de mi cuarto en la montaña.
viernes, 18 de mayo de 2012
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